En conclusión, la integración de estrategias de reducción del estrés, como la meditación y el yoga, junto con una nutrición enfocada y una suplementación estratégica, puede ser una combinación poderosa para combatir los efectos del estrés en la piel. Estas prácticas no solo promueven un bienestar general, sino que también pueden reflejarse en una piel visiblemente más saludable y radiante.